Nos gusta escribir, pero la idea de hacer una novela puede resultarnos un trabajo muy grande, asusta y nos puede bloquear.
Es normal. Ante un proyecto de gran envergadura, y más si no hay una experiencia anterior sobre ello, cualquier nueva empresa nos intranquiliza, nos frena. Es una reacción frecuente aunque con fácil solución: sea lo que sea, hazlo pequeño.
Tenía un profesor cuando estudiaba PNL, Miguel Ángel León, que nos decía «¿Cómo nos comemos un elefante? Cachito a cachito». En aquel entonces nos reíamos de la ocurrencia, pero ¡cuánta verdad encerraba! Puede proponerte cualquier proyecto, sin límites. Solo tienes que atender a cómo trocearlo en retos más asequibles y crear una secuencia de tiempos adecuados para cada uno.
Esto es algo muy de desarrollo personal y liderazgo, lo sé. ¿Pero por qué no utilizarlo en nuestro favor en la escritura?
Ya hemos visto cómo comenzar a crear un diario, microrrelatos, cuentos… (encontrarás estos artículos en mi blog Comienza a escribir). Pues vamos a dar un pasito más y ver cómo poder crear un relato o una novela corta.
El término «novela corta» puede variar en su definición según el contexto literario y cultural. En algunos casos, también se puede denominar como «novela breve» o «novella». Sin embargo, en general, se refiere a una forma narrativa intermedia entre el relato corto y la novela completa en términos de longitud y complejidad. A diferencia de esta última, que generalmente tiene cientos de páginas, una novela corta suele tener una longitud más reducida, oscilando entre las 20.000 y las 50.000 palabras.
A pesar de su extensión más limitada, es una forma literaria que sigue ofreciendo una historia completa con personajes desarrollados, trama y estructura narrativa. A menudo, se centra en un tema o conflicto central y explora los personajes y sus relaciones en profundidad, aunque de manera más concisa que una novela tradicional, por motivos obvios. Pero sigue estando presente una estructura correcta, una trama que se desarrolla, un conflicto que lo enardece y personajes bien formados y reales que evolucionan a lo largo de la historia.
La ventaja de este tipo de forma literaria es que, al nuevo autor, le permite concentrarse en un argumento más específico y desarrollarlo de manera más condensada. El hecho de que su extensión sea reducida, permite una lectura más rápida y accesible, lo que la hace atractiva para aquellos quien busca una historia completa pero con menos compromiso de tiempo.
Estas son algunas sugerencias sencillas para la creación de una novela corta. Al tratarse de un género literario que permite contar una historia de forma breve y concisa, es importante ser selectivo con los detalles y lograr un desarrollo argumental eficiente en pocas páginas. Veamos algunos consejos para escribir un buen relato o novela corta:
1.- Desarrolla una premisa convincente.
Lo primero es tener una buena idea o premisa que sostenga la trama. Puede ser una situación, un conflicto, un personaje interesante… Debes elegir algo que te inspire y te permita construir una historia atractiva en pocas páginas.
3.- Define bien a los personajes.
Al tener un espacio limitado, es clave que los personajes estén muy bien definidos desde el inicio. Concentra sus rasgos esenciales, motivos y objetivos principales que te ayuden a avanzar la trama. No abrumes con excesivos detalles, eso sí. Intenta ser preciso y dinámico
4.- Estructura en actos.
Organiza la historia en una estructura clásica de inicio, nudo y desenlace para que resulte más sencillo su desarrollo: El inicio plantea el conflicto, el nudo lo desarrolla y el desenlace lo resuelve.
5.- Utiliza recursos literarios.
El lenguaje figurado, las descripciones sucintas y los diálogos ágiles son recursos muy útiles para contar más con menos palabras. También, el usar comparaciones, metáforas, símbolos y subtramas ayudará a crear un ambiente propicio para aumentar el interés de la lectura.
6.- Final sorpresivo.
Un buen final inesperado con la trama puede ser muy efectivo. También puedes dejar el final abierto para que el lector especule qué pasará después, aunque es una estrategia que a, subjetivamente, pienso que hay que estar muy seguro y preparado para utilizarlo. Si no se hace bien, puede crear el efecto contrario al que buscamos en nuestro lector.
7.- Revisa y corrige.
Dedica tiempo a pulir el relato, verificar coherencia, ortografía y gramática. Busca mejorar el estilo y la narrativa en cada revisión. Sé que son sugerencias que ya he propuesto con mucha frecuencia. Sin embargo, son imprescindibles para un buen acabado de nuestro escrito. Ten paciencia y púlelo muy bien.
Esta puede resultar una buena forma con la que poder comenzar a crear tus historias: sé creativo, sé breve y efectivo, deja volar tu imaginación y disfruta contando tu historia.
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