Hoy vamos a hablar de Jane Austen. Una escritora que me fascina. Y lo haremos a través de su obra más famosa: Orgullo y prejuicio.
Su obra literaria se destaca por la profundidad de sus personajes y en cómo los lectores se han conectado con ellos durante los últimos dos siglos. Esta novela se publicó por primera vez como «anónima» en 1813, cuando la autora contaba con unos veinte años, y se ha convertido en un referente de lectura obligada sobre las características de buenos personajes, bien ensamblados y estructurados.
Esta obra aparece como la primera comedia romántica de la historia literaria, y lo pone de manifiesto en su primera frase: «Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa». Una frase que ha quedado como una de las famosas de la escritura inglesa.
Está ambientada en Londres durante el cambio de siglo (del XVIII al XIX) y nos narra una visión de esta sociedad, centrándonos en la familia de la protagonista, la familia Bennet, cuya descendencia es únicamente femenina, concretando sus edades entre los quince y veintitrés años. En una época en que el mayorazgo solo se transmite por linaje masculino, de forma que la mujer e hijas pierden la mayor parte de la fortuna y el derecho a habitar su propia casa al fallecimiento del padre de familia, la madre, la señora Bennet, ve como la única esperanza para sus hijas, el matrimonio.
La llegada de un hombre soltero, rico, a la localidad (el señor Bingley) la señora Bennet espera casar a alguna de sus hijas con él. Con Mr. Bingley, aparecerá en escena Mr. Darcy, en un baile público en el pueblo de Meryton, y es allí donde comienza realmente la trama de la novela.
A lo largo de sus libros, la autora tiene un talento especial en la creación de personajes profundos, complejos y cautivadores. Si bien es cierto que muchos de los personajes de Austen han sido influenciados por la sociedad de la época en que vivió, también es cierto que estos personajes tienen un calado que va más allá de su contexto social. La mayoría de los lectores se enfocan en los aspectos superficiales de los personajes de Jane Austen, pero si buscas algo más, encontrarás que hay muchos secretos y matices que se esconden bajo la superficie.
Austen consigue esta combinación curiosa e interesante trabajando los caracteres. Estos son creados usando una gran cantidad de detalles y un despliegue de amplia variedad de personajes secundarios. Así logra que los lectores vean más allá de los rasgos superficiales de los personajes y comprendan mejor sus motivaciones y sus deseos más profundos.
Un ejemplo de esto es Elizabeth Bennet de Orgullo y Prejuicio, considerada su obra maestra. Al principio, Elizabeth se presenta como una joven inteligente, independiente y con una fuerte moral. Sin embargo, a medida que avanza la historia, los lectores descubren que está luchando contra sus propios prejuicios y temores. Estos detalles la convierten en una protagonista con gran profundidad y, a la vez, compleja.
Igual ocurre con el coprotagonista: Fitzwilliam Darcy, o Mr. Darcy, como se le conoce en la narración de la historia. Un hombre que, a primera vista, parece prepotente, conocedor de su posición y que no duda en ponerla de manifiesto. Sin embargo, a lo largo de la lectura que, y tras esa forma de presentarse, observador y crítico, nos deja entrever que esconde un carácter sensible, cargado de valores y de romanticismo. Un orgullo que enmascara su propia sensibilidad.
Ambos deben madurar, y de hecho, así lo hacen a lo largo del relato, superando sus propias crisis personales y aprendiendo de sus propios errores, hasta evolucionar y enfrentar un posible futuro juntos. De esta forma, desenmascarando sus debilidades mientras recorremos las diferentes situaciones que viven estos personajes, cargados de compañeros secundarios muy diversos, Austen logra hacer que el lector la vea más real y note cómo evoluciona a lo largo de la historia.
En definitiva, los personajes de Jane Austen están llenos de secretos. Los lectores deben pasar tiempo mirando más allá de los rasgos superficiales de los personajes para comprender sus motivaciones y sus deseos más profundos, y que los vuelve memorables para los lectores de todos los tiempos.
No pierdas la oportunidad de leer alguna de sus obras. No te decepcionará.
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