Descripciones intensas: cómo crear escenas que resulten realistas. (II)

hombre-pensando-sobre-su-escrito-como describir-mejor

La semana pasada comentábamos que la descripción es un recurso para el escritor que consiste en representar mediante palabras las características de algo, un espacio, un ambiente o un personaje, ya sea real o imaginario.

También comentamos que, igual que una buena descripción engancha al lector, una mala o excesiva descripción puede ahuyentarle. Vimos lo que era una descripción dinámica o estática; objetiva o subjetiva, y algunos beneficios y peligros en las descripciones.

En este artículo vamos a hablar de estrategias y pequeñas claves para realizar y mejorar buenas descripciones.

¿Cómo podemos mejorar nuestras descripciones?

Sencillamente, vamos a intentar estar atentos a una serie de aspectos que nos ayudarán a seleccionar, organizar y expresar la información de forma adecuada y eficaz.

El propósito: debemos tener claro qué queremos conseguir con nuestra descripción, qué función cumple en la historia y qué efecto queremos provocar en el lector. Así podremos elegir el tipo de descripción más apropiado (objetiva o subjetiva, estática o dinámica) y el tono más conveniente (serio, humorístico, dramático, etc.).

El punto de vista: debemos decidir quién va a describir y desde qué perspectiva, ya sea el narrador o un personaje, y si va a ser en primera, segunda o tercera persona. Así podremos adaptar el lenguaje y el estilo al nivel de conocimiento, de implicación y de subjetividad de quien describe.

El orden: debemos establecer un criterio lógico y coherente para presentar la información que vamos a describir, ya sea de lo general a lo particular, de lo más importante a lo menos importante, de arriba abajo, de izquierda a derecha, etc. Así podremos facilitar la comprensión y la visualización de lo que se describe por parte del lector.

– La selección: debemos escoger los datos más relevantes y significativos para describir, evitando incluir todo lo que vemos o sabemos. Solo lo que aporta algo a la historia o al personaje. Así podremos evitar el exceso o la falta de descripción y mantener el interés y la atención del lector.

– La originalidad: debemos buscar palabras o expresiones que sean precisas, concretas y creativas para describir, evitando los clichés, las generalizaciones y las redundancias. Así podremos sorprender al lector, mostrar nuestra personalidad como escritores y darle un toque distintivo a nuestra historia.

Un escritor debe tener una buena comprensión de cómo describir escenas con detalles realistas para que el lector pueda experimentar la escena con sus propios sentidos. La descripción de una escena es una de las claves para que los lectores se sientan transportados a otro lugar, tiempo y emoción. 

Te propongo siete sugerencias y estrategias, que pueden ayudarte a crear escenas y ambientes realistas y vibrantes que capten la atención del lector. 

  1. Elige los detalles más relevantes y significativos de lo que quieres describir. No hace falta que lo cuentes todo, solo lo que aporte algo a la historia o al mensaje que quieres comunicar.
  2. Incluye detalles tangibles: Para lograr que la escena sea realista, hay que incluir detalles tangibles. Esto incluye objetos, colores, texturas y otros elementos que el lector pueda identificar. Estos detalles pueden añadir profundidad a la escena.
  3. Utiliza los cinco sentidos para describir. No te limites a lo visual, sino que incorpora también lo auditivo, lo olfativo, lo gustativo y lo táctil. Así lograrás una descripción más completa y sensorial.
  4. Utiliza descripciones emotivas: Las descripciones emotivas pueden ayudar al lector a experimentar la escena con sus propios sentimientos. Estas descripciones pueden abarcar la sensación general del lugar, así como las emociones que experimentan los personajes.
  5. Emplea un lenguaje preciso y variado. Evita las palabras genéricas o ambiguas y busca los términos más adecuados para nombrar lo que quieres describir. También puedes usar recursos literarios como las comparaciones, las metáforas, las personificaciones o las hipérboles para crear imágenes más originales y sugerentes.
  6. Adapta el tono y el estilo de la descripción al tipo de texto y al público al que va dirigido. No es lo mismo describir una escena de terror que una de humor, ni escribir para niños que para adultos. Ten en cuenta el efecto que quieres producir en el lector y elige las palabras y las frases más apropiadas para ello.
  7. Integra la descripción con la narración o la exposición. No interrumpas la acción o el argumento con largas descripciones que aburran al lector, sino que haz que fluyan de forma natural dentro del texto. Puedes aprovechar los diálogos, los pensamientos o las acciones de los personajes para introducir detalles descriptivos.

Para ilustrar estas estrategias, te voy a mostrar un ejemplo de buena descripción de uno de los grandes clásicos de la literatura: Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Fíjate en cómo el autor describe el pueblo de Macondo en el primer párrafo de la novela:

«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo».

Observa cómo este gran autor selecciona los detalles más importantes para presentar el escenario: el número y el material de las casas, la ubicación junto al río, las piedras blancas y enormes; fíjate en cómo recurre a los sentidos para describir: el color y el sonido del agua, la textura y la temperatura del hielo, la forma de los huevos prehistóricos; su lenguaje, preciso y rico en matices: pelotón de fusilamiento, tarde remota, casas de barro y cañabrava, río de aguas diáfanas, piedras pulidas.

Fíjate también cómo adapta el tono y el estilo al tipo de texto: se trata de una novela de realismo mágico que mezcla lo cotidiano con lo fantástico, lo histórico con lo mítico, lo trágico con lo cómico, e integra la descripción con la narración, empezando con un hecho dramático que anticipa el destino del protagonista y luego retrocede en el tiempo para contar su origen.

Espero que estas estrategias te sirvan para mejorar tus descripciones y hacerlas más intensas, sugestivas y realistas, y te pique la curiosidad para conocer a otros grandes escritores.

Un abrazo cálido.

Descripciones intensas: cómo plasmar la imagen en el lector (I)

Cómo crear escenas que enriquezcan la narración.

Cómo utilizar los personajes y ambientes para crear escenas intensas

 

 

 

 

Suscríbete y te regalamos un libro

«Cómo hacer escritos más atractivos

al lector en 9 pasos»

Cómo hacer escritos más atractivos al lector en 9 pasos
Facebook
Twitter
LinkedIn

Deja un comentario

Al usar este formulario accedes al almacenamiento y gestión de tus datos por parte de esta web de acuerdo a nuestra Política de privacidad. *

Información Básica sobre Protección de Datos:

Responsable: Dulce María Bermúdez Martín..
Finalidad: Moderación de comentarios.
Legitimación: Consentimiento del interesado.
Destinatarios:No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal. Los datos quedarán almacenados en los servidores de Infomaniak Network, SA, situados en la Unión Europea y de acuerdo a su Política de Privacidad.
Derechos: Tienes derecho a acceder, rectificar y suprimir tus datos, derechos que puedes ejercer enviando un correo electrónico a info@dulcebermudez.com..

Puedes consultar la información adicional y detallada sobre protección de datos consultando nuestra Política de Privacidad