Hoy quiero compartir contigo algunas claves para evitar la inseguridad, el temor, y hasta la vergüenza, al momento de comenzar a escribir una nueva historia.
Sí, aunque no lo creas, hay personas que cuando deciden empezar a escribir hay un cierto resquicio de vergüenza en ellos que, con frecuencia, se confunde con la incertidumbre de «¿Puedo hacerlo?» Y al final, no es más que una máscara más sutil del miedo a lo nuevo, a lo desconocido.
Estos temores pueden ser abrumadores y desalentadores. Pueden desmotivar a un principiante con muy poco. Sin embargo, no tiene por qué ser así. Tenemos la capacidad de superar limitaciones y, sobre todo, la de saber motivarnos. Aquí te presento algunos consejos que pueden ayudarte a superar esos obstáculos y liberar tu potencial creativo.
1.-Reconócelo. Reconoce tus miedos. Esto es fundamental para vencerlos: identificarlos y aceptarlos. Cuando sabemos a qué tememos es mucho más fácil lidiar con ello y encontrar un antídoto a ese temor. ¿Qué es lo que te da miedo: el rechazo, la crítica, el fracaso, la falta de inspiración?
Escribir es una actividad que implica exponerse y arriesgarse, por lo que resulta lógico sentir cierta ansiedad o inseguridad. Sin embargo, no dejes que esos sentimientos te paralicen o te impidan expresarte. Piensa que esto ocurre en cualquier proceso creativo, del estilo que sea. Reconoce tus miedos como parte de ese proceso, acéptalo como una inquietud que puede motivarte a hacerlo mejor y no como un defecto personal.
2.-Desafíalos. Una vez que le has puesto nombre y sentido, que has reconocido ese miedo, puedes empezar a cuestionarlos, a desafiarlos. ¿Y por qué no? ¿Son reales o imaginarios? ¿Están basados en hechos reales o en suposiciones? ¿Qué pasaría si los enfrentaras?
Tenemos la tendencia como humanos a exagerar nuestros miedos, a acrecentarlos aunque sean irracionales. Es la dinámica de la defensa y actúa siempre igual. Por ello se hace mucho más importante identificarlo y enfrentarlo. Si no los frenamos nos impedirán ver las posibilidades y oportunidades que nos ofrece la escritura, o cualquier otro tipo de trabajo creativo. Desafía tus miedos, ponlos en su lugar, disminuye su virulencia a lo que es racional y utilizado como acicates positivos. Te sorprenderá el resultado.
3.-Practícalo. La mejor forma de vencer el miedo a crear o probar algo nuevo es haciéndolo. Si quieres, comienza con un paso sencillo, fácil. Toma iniciativa y, ese impulso de conseguir ese primer paso te llevará al siguiente.
No esperes a tener la idea perfecta o el momento ideal para empezar a escribir. Eso no ocurre así, nunca; ni siquiera cuando ya escribes de forma habitual. Simplemente hazlo. Escribe sobre lo que quieras, como quieras y cuándo quieras. Sin censura ni autocritica, solo por el placer de hacerlo. Es mejor hacer un poco todos los días, no te fijes en una cantidad mínima. La práctica es lo que te dará confianza y habilidad, y te ayudará a desarrollar tu voz y tu estilo propios.
4.-Busca feedback productivo. Otra forma de superar el miedo a escribir es buscar la opinión de otras personas que puedan darte feedback constructivo sobre tu trabajo. Puedes compartir tus escritos con personas conocidas, en las que confíes en que te darán una respuesta veraz y no edulcorada, como lectores potenciales.
Escucha sus comentarios con atención, apertura y buen sentido. ¿Qué quiere decir esto? Que debes comportarte de forma imparcial y objetiva, incluso fría: escoge lo que te ayuda y te hará mejorar y descarta aquellos que no sientes que va contigo. Pero nunca, nunca, debes dejar que te afecte de forma negativa.
Aprender de las críticas constructivas y descartar las destructivas también es algo que se va aprendiendo. Recuerda que el feedback es una herramienta para mejorar tu escritura, no para juzgar tu valía como escritor.
5.-Disfrútalo. Cualquier proceso creativo, de la índole que sea, es para disfrutarlo. No lo veas como una obligación, sino como una oportunidad de expresarte, de crear algo nuevo, de comunicarte con los demás y de divertirte. No te obsesiones con el resultado final o con las expectativas externas. Simplemente, hazlo, para ti. Concéntrate en el presente y en el placer de escribir. Disfruta cada palabra, cada frase, cada párrafo.
Espero que estos consejos te resulten útiles y te animen, si eres nuevo en escribir, a vencer esa primera etapa de duda. Recuerda que la escritura es una habilidad que se aprende y mejora, continuamente, con la práctica y la perseverancia. No dejes que tu mecanismo de defensa, algo tan natural en nosotros como es el miedo, te impida disfrutar de tu creatividad y cumplir tus sueños.
¡Ánimo y a escribir!
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