La atracción fatal por el género negro y el terror

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Ahora que estamos en la época propicia (finados o halloween según el lugar), se habla mucho de la novela negra, los thrillers policíacos y psicológicos y la literatura de terror.

¿Por qué nos llaman tanto la atención?

Detrás de la novela romántica /erótica es el segundo género que más vende. Y también, en el que más se nota la diferencia de ser un escritor con tablas a su espalda o no. Dicho así, parece que deberíamos desistir como escritores si nos atrevemos a elegir este género para nuestras obras y no estamos seguros de tener un buen tema para un libro de thriller. Vamos a analizar si esto es real o no.

En primer lugar la novela de misterio, de intriga y suspense, llama mucho la atención del lector. Somos seres curiosos por naturaleza y nos encanta todo aquello que nos supone un reto.

¿Puede ser por el hecho de querer saber cómo sería y nos sentiríamos si fuésemos capaces de hacer lo que haría un malvado? Tal vez. Todos llevamos un lado oscuro en nuestro ser. Sin duda,  hay un chute de adrenalina en la lectura de un buen thriller. Y sabemos que es algo adictivo. Algunas personas son capaces de aguantar un lenguaje específico y preciso con todo lujo de detalles y, otros en cambio, sienten predilección por la sensación de inseguridad de la intriga. De ser protagonistas seguro que no nos atreveríamos a cruzar ciertos límites —¿… o sí?—. De lo que no hay duda, es que nos atrae aquellos ejemplos de cuando sí se cruzan. Y en el mejor y más suave  de los casos, nos intriga saber cómo es castigado el malo.

Por otro lado, si analizamos ambos géneros, romántico y negro, vemos que se mueven las dos emociones más fuertes: el miedo y el placer. Esto también juega a la hora de preferir una lectura a otra. En ambos casos, estas emociones surgen de necesidades (muchas veces inconscientes) a las que buscamos dar expresión a través de la percepción de estas lecturas.

Además debemos tener en cuenta que hablamos de entretenimiento, lecturas que nos hacen evadirnos de nuestro día a día, de los problemas, de las dificultades. Es una forma muy terapéutica de equilibrar y serenar emociones con lo que una buena trama romántica, o en el caso que nos ocupa, un buen fondo en un thriller nos permite salirnos de nuestras ocupaciones diarias para darle un desahogo a través de la imaginación.

Cuando hablamos de thriller psicológico o paranormal entra en juego algo que nos aterra y atrae por igual: aquello que no es tangible, no lo  vemos, que no conocemos, que se nos escapa de nuestra posibilidad de entendimiento pero que está ahí. ¿Quién nos asegura que no nos puede pasar algo por estilo? ¿Nos creerían si así fuera? Puede parecer una elección masoquista… Sin embargo, es un temor que está vivo en nuestra mente: enfrentarnos a algo que no podemos tocar.

Y aquí viene la pregunta del inicio: ¿es fácil para un escritor destacar en este género?

Luchamos con una masa de información ingente a través de los medios, de series y películas con toda su nueva tecnología en la televisión. Ya es difícil sorprender porque está todo hecho, nos lo ponen en bandeja frente a nuestros ojos. Lo acompañan además con estímulos sonoros que nos aportan esa sensación de agobio, estrés y pánico.

Sí, parece difícil de superar. Pero un libro cuenta con una arma secreta y que, aún, nos resulta de mucha utilidad a los escritores: la imaginación del lector. Somos el único ser capaz de amedrentarnos por algo que imaginamos y que no ha sucedido. Y somos privilegiados de hacer posible repetirlo en nuestra mente siempre que queramos.

La imaginación del lector va mucho más allá de nuestra visión, de los estímulos internos, de lo que podemos tocar. Es el campo de trabajo más perfecto que existe. Algo que todos tenemos  en nuestra mente, como una llave común, en el que poder trabajar como escritores: Si puede imaginarlo, puede sentir cualquier emoción.

Todos somos capaces de hacer locuras, y somos susceptibles de reaccionar si las circunstancias son las adecuadas. En nuestro interior llevamos el bien y el mal. Y ambos conviven gracias a nuestro sistema de valores, la empatía y las normas sociales aprendidas. Hay, sin duda, enfermedades mentales que pueden deshinibirte de formas muy variadas. Pero en general, nos movemos a través de unas reglas, normas y valores que hemos vivido y aprendido.

Nos encanta leer por muchas razones y nos encanta experimentar emociones, sensaciones y vivencias que no tenemos en nuestra vida cotidiana. Los libros nos permiten ir más allá de nuestra actualidad, y sabemos, con total garantía, que estamos seguros: cerramos el libro y volvemos a lo cotidiano.

La pregunta es: ¿Somos conscientes de niuestros filtros? ¿Seríamos capaces de romper los límites? ¿O admiramos a  los protagonistas porque sí son capaces de hacerlo?

 

El miedo en la escritura…

Los símbolos, un elemento cautivador

https://www.elle.com/es/living/ocio-cultura/a28445080/mejores-novelas-negras-policiacas-terror/

https://librotea.com/estanterias/las-50-mejores-novelas-negras-de-la-historia/

 

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