Crear personajes únicos y originales es una de las tareas más desafiantes y gratificantes para cualquier escritor. Los personajes son el corazón de cualquier historia, y su desarrollo puede enriquecer enormemente el argumento, haciéndolo más atractivo y memorable para los lectores.
Además, si logras un buen personaje, incluyendo a los secundarios, no solo tus historias cobran vida, sino que dejas una impronta duradera en tus lectores.
Para mí, crear el personaje de mi historia es uno de los momentos más especiales y entrañables de escribir. Es cuando más me divierto y cuando mejor noto que fluye la creatividad en mi imaginación. Y estoy segura, de que puede ser también una de las tareas que, como escritores, a tí también te va a encantar.
Existen muchas formas en las que un escritor se basa en crear a sus personajes. Cada cual tienen su método. Aquí te presento siete estrategias sencillas para crear personajes veraces y cautivadores, que tengan mayor profundidad y lleguen mejor al lector:
1. Observación detallada: Observa a las personas en la vida real. Nota sus gestos, la forma en que hablan y reaccionan ante diferentes situaciones. Estos detalles pueden ayudarte a crear personajes con profundidad y realismo. Solo debes «copiar» esos detalles, actitudes, carácter o personalidad que te llama la atención de alguien a quien ves o conoces. También puedes mezclar diferentes elementos de diferentes personas.
2. Pasado complejo: Cada personaje tiene una historia. Desarrolla su pasado para entender sus motivaciones y comportamientos. Esto no siempre tiene que mostrarse en la narrativa, puede desgranarse a través de su relación o diálogo con otros personajes. Sin embargo, el pasado que inventes para él, bueno o malo, le otorgará un motivo, una causa, mayor veracidad, e influirá en cómo actúa el personaje.
3. Conflictos internos: Los personajes memorables tienen conflictos internos que los hacen humanos. Estos conflictos son el motor de su desarrollo a lo largo de la historia y con frecuencia, son aquellos más chocantes los que los hacen únicos: recuerda el despiste y desaliño de Colombo, la curiosidad casi impertinente de La señora Fletcher, la astucia y arrogancia por no ser menos de Hermione, la drogadicción y carácter misógino de Sherlock Holmes…
4. Deseos y metas claras: Define lo que tus personajes quieren alcanzar. Sus metas impulsarán la trama y sus esfuerzos por alcanzarlas generarán empatía en el lector.
5. Diálogos distintivos: Cada personaje debe tener una voz única. A través de sus diálogos, puedes mostrar su personalidad, educación y origen social. También sus prontos, sus valores y sus defectos.
6. Defectos y virtudes: Nadie es perfecto, y tus personajes tampoco deberían serlo. Sus defectos y virtudes los harán más tridimensionales y creíbles, tanto en cuanto a su físico, como en su personalidad o en su forma de actuar.
7. Evolución: Los personajes deben cambiar y crecer con la historia, nunca empiezan y terminan igual. Esta evolución es esencial para que el lector se mantenga interesado y comprometido con el relato, pues si no es palpable ese cambio, puede resultar un personaje plano, sin color ni interés.
Crear personajes convincentes enriquece el argumento porque permite a los lectores formar conexiones emocionales con la historia. Un personaje bien desarrollado actúa como un puente entre el mundo ficticio y la realidad del lector, haciendo que la experiencia de lectura sea más inmersiva y personal.
A lo largo de la historia de la literatura, varios personajes han dejado una huella imborrable y se han convertido en iconos culturales. Algunos de estos son:
Don Quijote, de la novela Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, es el eterno soñador e idealista.
Hamlet, de la obra de William Shakespeare, es el príncipe danés atormentado por la duda y la venganza.
Elizabeth Bennet, de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, destaca por su ingenio y perspicacia.
Sherlock Holmes, creado por Sir Arthur Conan Doyle, es el detective por excelencia, conocido por su agudo poder de deducción.
Harry Potter, de la serie de J.K. Rowling, es el niño mago que enfrenta las fuerzas del mal con valentía y amistad.
Estos personajes han trascendido las páginas de sus libros para convertirse en parte de nuestro imaginario colectivo, demostrando el poder de la creación de personajes en la literatura.
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