En estas semanas previas hemos hablado sobre el bloqueo creativo, comentando que existían tres tipos de bloqueo: el de primer nivel, de origen externo y con elementos más físicos, y el de segundo nivel, de origen interno y con un componente más de autoestima y percepción.
Hoy nos ocupa el bloqueo creativo de tercer nivel: el de la auto-percepción. Es el más psíquico de los tres.
Aquí nos influye todo lo que hemos aprendido, conocido, vivido o experimentado durante nuestra vida. Sí, se trata de las creencias. La mayoría impuestas —o autoimpuestas— a través de nuestro crecimiento y aprendizaje en la vida. Todo ello conforma nuestro carácter y personalidad y, también, nuestro sistema de creencias sobre todo lo que nos rodea.
Sin embargo, hay un elemento común en todos ellos: el miedo, basado en diferentes estratos de intensidad. Y en este caso, se trata de un temor que resulta hasta paradójico: miedo al éxito.
Sí, aunque parezca mentira, buscamos el éxito y nos da miedo alcanzarlo. Tal vez por sentirnos que no podamos lidiar con él; o por la incomodidad que puede ofrecer estar en boca de todos; incluso, el aumento del temor a que nos «descubran» (síndrome del impostor). Sin duda, es uno de los bloqueos donde más nos boicoteamos nosotros mismos.
En el libro Alemped, la nueva estrategia del escritor, hablo sobre ls importancia de definir bien, y a nuestra medida, el éxito. ¿Qué quiero decir con esto? Algo muy sencillo: todo lo que nos rodea, la vida del marketing y el consumismo, la incidencia constante de las redes y la desesperación por «estar vivos» para la sociedad en la actualidad, ha deformado el concepto de éxito. Y, si sumamos nuestras creencias ya asumidas, esta deformación resulta ser mucho más dolorosa.
El término éxito viene del latín «exitus» ‘salida’. Y su definición, según la RAE es:
- Resultado feliz de un negocio, actuación, etc.
- Buena aceptación que tiene alguien o algo.
- Fin o terminación de un negocio o asunto.
Como puedes comprobar, el éxito que percibimos en la actualidad, es bastante exagerado.
En mi caso, también pasé por una época de incertidumbre, de indecisión y, como no podía ser de otra forma, de síndrome del impostor. Hasta que decidí buscar la verdadera definición de éxito y a leer sobre la reflexión de grandes personajes en la cultura e historia sobre él.
Y ahí, todo encajó en su justa medida:
- Era evidente que me encanta crear historias y escribirlas; la parte de autoestima y equilibrio de energía y emocional estaba completa.
- Estaba haciendo lo que sabía, lo que me había dado resultado, compartiendo estrategias que había probado durante años y que funcionaba con otros muchos nuevos escritores; desapareció el síndrome del impostor.
- Era ya autora de varios libros, tanto novelas como ensayos, y comenzaba a tener personas a las que su lectura les gustaba y me buscaban.
Ya había logrado el objetivo que me había marcado hasta entonces. ¡Y con creces!
Así que, en cuanto al bloqueo creativo de tercer nivel, estoy convencida de que, el reajustar mi propia definición sobre lo que era para mí tener éxito de acuerdo a mis objetivos, todo cobró sentido, y desaparecieron muchos pensamientos limitantes y sensaciones de bloqueo esporádicos, casi por arte de magia.
Así que, querido escritor, novel o antiguo, la mejor estrategia que puedo ofrecerte para tu fluidez y potencial creativo es que delimites, antes que nada, tu objetivo. Y que, en función de cuál sea este, reflexiones y delimites tu propia percepción del éxito. Si lo tienes claro, esta valoración propia hará que muchos temores, inseguridades y limitaciones desaparezcan.
Eso sí, celebra cualquier logro por nimio que sea, siempre. Es el mayor impulso que te hace subir peldaños gigantescos en la auto-percepción de tu rendimiento, te hace sentir productivo y mejora tu ánimo.
Recuerda: Si antepones siempre lo que has aprendido, no existen fracasos.
Un abrazo enorme, querido compañero en letras.
Miedo al éxito: los 5 motivos que te paralizan (y cómo superarlos)
Suscríbete y te regalamos un libro
«Cómo hacer escritos más atractivos
al lector en 9 pasos»
