Novela negra. Suspense.
Inquietante, adictiva, delirante… Si me piden que describa esta novela corta de Pedro Conde, «Lo que señala el norte», estos tres adjetivos serían los que te compartiría.
Un lenguaje atractivo y embaucador, donde te sientes inmerso en el sentir y devenir de su protagonista, con una forma de expresión a caballo entre la retórica shakespeariana y la intensidad de Stephen King. Incluso diría que he podido ver una cierta semejanza en los primeros escritos de Camilla Läckberg, donde de forma magistral unía la incertidumbre de los hechos con la serenidad y cotidianidad de la vida en familia.
Ha sido una lectura casi obsesiva, deseando saber más sobre a dónde me llevaba la historia. Pedro Conde, utilizando la narrativa en primera persona, te introduce en la mente del protagonista, en un principio compasiva, casi como si fuera una anécdota, algo curioso que llama la atención. Un lenguaje propio que te sumerge en el pensamiento del asesino, en su delirante recorrido y en la continua degradación de sus ideas, de su razonamiento, atrapándote en su propia trampa.
Un detalle que se ve intensificado por la original y cuidada maquetación de su editorial, Cetro, en donde muy acertadamente, a lo largo de sus páginas en un principio bordeadas de un suave gris, va oscureciéndose y envolviéndote a lo largo de la lectura hasta convertirse en un marco negro; tan negro, como los pensamientos y lógica de su protagonista.
Sin duda es un relato original, atractivo, de lectura cómoda y de interés creciente que, a quienes les guste el estilo de suspense e intriga, les encantará.
Música de ambiente
«Adagio para cuerda» Op.11
Samuel Barber
Compositor estadounidense, de música de cámara y orquestal.