La Navidad es una época mágica y llena de tradiciones que nos invitan a comunicarnos y conectar con nuestros seres queridos. Una forma entrañable, que ha sido tradicional y muy popular de hacerlo, es a través de la escritura: desde las tradicionales postales navideñas hasta, en la actualidad, mensajes en redes sociales o emails.
Ha sido, durante siglos, la forma tradicional, elegante, necesaria e imprescindible de comunicarnos en estas fechas con nuestros seres queridos, amigos, o clientes. Aún recuerdo la ilusión que te hacía recibir las postales, ponerlas junto al árbol, disfrutar con las imágenes divertidas llenas de alegría y color, o las más tradicionales que nos hacían reflexionar con la ternura y la ayuda social.
¿Por qué hemos olvidado algo tan entrañable y propio de esta época? Sin duda por las prisas, la materialización, el mundo digital, la extensa comunicación de las redes y, porque tenemos una y mil formas de comunicarnos ahora. Pero ¿No sería bonito guardar esa tradición? Si pensamos en nuestros mayores, o en familia y amigos lejanos, ¿no les gustaría recibir ese pequeño regalo? Algo material que perdura, que no es instantánea y luego solo queda en el recuerdo.
Hoy vamos a hablar de la importancia de escribir en Navidad. Algo tan tradicional como los belenes, el árbol, los renos y Papa Noel (aunque nos venga de fuera, y los Reyes para los españoles.
La importancia de las postales navideñas
Las postales navideñas, aunque parezcan algo anticuado, encierran un gran valor. En una era dominada por lo digital, recibir una postal escrita a mano en nuestro buzón nos trae esa calidez nostálgica de la época navideña. Sabemos que la persona se tomó unos minutos para elegirla, escribir un mensaje único para nosotros y enviarla por correo. No tomó la vía fácil del móvil, un mensaje grabado o un mini video; se tomó tiempo para nosotros, para hacernos llegar de puño y letra que nos recuerda y nos aprecia.
Escribir nuestras postales navideñas también nos conecta con la creatividad y la expresión personal, con nuestras emociones e ilusiones… Podemos decorarlas y diseñarlas como más nos guste, jugar con diferentes tipos de letras o incluso hacer rimas divertidas. Pueden ser tiernas, amorosas, recordatorias, humorísticas y pícaras ¿Por qué no?
Es la forma más emotiva y sensible de decirle a otra persona: «Oye, me importas, eres importante para mí, te tengo en mi mente, en mi vida y te quiero».
Por qué hacer felicitaciones escritas
Debemos tener en cuenta a la otra persona: ¿Cómo le gustaría recibir la felicitación? Tal vez de la forma tradicional, con felicitaciones navideñas escritas a mano, unos pocos; otros les gustará escuchar la voz y poder hablar, así que una llamada es lo ideal y es un bonito gesto en estas fechas. Por supuesto, también podemos enviar una imagen y un mensaje, personal, como por correo electrónico.
Expresar nuestros deseos para esa persona en un mensaje único y personal genera cercanía. Saber que alguien dedicó unos minutos a pensar en nosotros y plasmarlo en tinta nos reconforta el alma. No incluyo aquí los mensajes genéricos enviados por empresas o colectivos. Es, sin duda, algo de agradecer en caso de no tener un contacto muy cercano, sino más bien, un contacto laboral o de clientela. Pero, si lo usamos para quienes sentimos más cerca, resulta una forma algo fría de recibir ese detalle. (Aunque mejor eso que nada).
En la era de los mensajes instantáneos, no se debilita una felicitación escrita a conciencia para comunicar que esa persona es especial. Nos tomamos el tiempo y el cuidado para transmitirle sentimientos reales, no una simple frase genérica de «feliz Navidad».
Consejos para transmitir emoción
Ya sea que escribamos postales navideñas o largas cartas para nuestros seres queridos, algunas recomendaciones pueden ayudarnos a transmitir mejor el sentimiento navideño:
– Personaliza cada mensaje con detalles, recuerdos o chistes internos que solo esa persona entenderá.
– Expresa abiertamente lo importante que es para ti, o lo mucho que los extrañas en estas fechas.
– Cuéntales tus planes navideños o tradiciones familiares para hacerlos sentir incluidos.
– El humor y la creatividad son ideales para ambientes festivos: no temas jugar con la redacción. Incluso un elemento pícaro arrancará una sonrisa de nuestro lector.
– Incluye alguna foto, dibujo o elemento decorativo alusivo a la Navidad.
Ya sea por carta, mensaje de texto, email, post, artículo… Aprovechemos la magia de la Navidad para acercarnos más a nuestros amigos y familia a través de las palabras. Tomemos unos minutos para ellos. Te aseguro que te sentirás pletórico cuando los tengas preparados.
Porque, escribir con el corazón, es el mejor regalo.
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