Cuando una mezcla de ingredientes está compuesta por un ambiente festivo y navideño, unos parajes escoceses, un castillo histórico y un fantasma que recorre sus pasillos, y un poquito de humor bajo el muérdago, es muy complicado que el resultado de la receta pueda salir mal. La autora de este entrañable relato, Mónica Gutiérrez, tiene la capacidad de ofrecer una experiencia agradable dentro de un ambiente acogedor.
Una Navidad escocesa es un relato corto, de fácil lectura y que te deja una sonrisa en los labios. Sabes cómo acabará y, aun así, te atrapa y entretiene en un ambiente puramente escocés.
La historia comienza cuando el fantasma del tío Archie confiesa que está cansado de seguir vagando por el castillo de la familia y solicita a su descendiente, Henry MacTavish, los servicios de un exorcista que lo ayude a partir al más allá, el último heredero del Clan Mac Tavish decide recuperar el espíritu de Yule con la esperanza de que su tio-abuelo fantasma cambie de opinión.
Su campaña navideña se complica con la llegada de Natalia Castro, una joven enviada por la Oficina de Recuperación de Patrimonio Escocés a quien Henry MacTavish ha solicitado ayuda al no poder hacer frente al mantenimiento del castillo. La joven botánica resulta ser una enamorada de los bosques caledonios, del chocolate caliente y de la Breve guía sobre castillos y jardines del doctor Willoughby.
La celebración del solsticio de invierno en un castillo encantado, un lúgubre mayordomo, un fantasma enfurruñado, una cocina a medianoche y la inexplicable confusión con la prima Mildred están a punto de hacerles pasar la Navidad más excéntrica de sus vidas.
Mónica Gutiérrez nació y vive en Barcelona, es licenciada en Periodismo e Historia. En la actualidad escribe novela, relatos y poesía, fue Premio de Narrativa Breve de la Universitat de Barcelona en 2005, y compagina su vocación literaria con la docencia histórica.
Es autora de Cuéntame una noctalia, Un hotel en ninguna parte, El noviembre de Kate, La librería del señor Livingstone y Todos los veranos del mundo.
Ha sido un libro encantador, de los que te lees en una tarde de invierno, pasando un grato momento. Si bien, me faltó algo más de desarrollo en la relación entre los protagonistas; demasiado directo y rápido. Me quedé con la sensación de que podría haber leído el doble de historia. O tal vez fue la rapidez en su lectura.
Sea como sea, una Navidad escocesa es una lectura tranquila, ligera, amena, que te deja una agradable sensación de bienestar si te gustan las historias entretenidas. Digna, para una tarde fría de invierno tan propia de la Navidad.
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