¡Tiempo para escribir!
¡Verano! Se respira ya el tiempo de descanso, de tiempo libre, de quitarnos los relojes y disfrutar sentados en nuestro lugar preferido: disfrutar del sol, de las vistas, de una buena lectura o solo de sentir.
Comenzamos a hacer planes de todo lo que queremos hacer, de cómo aprovechar al máximo del tiempo; y eso es genial.
También es frecuente que quieres comenzar algo que te ilusiona, como escribir, pero ves que te estás retrasando, o no han sido posible encontrar el curso que querías, o comienzas a sentir la presión de que «se me acaba el tiempo libre».
¿Qué podemos hacer para evitar esta sensación que nos agobia?
Mantente ocupado y no quites el enfoque de tu objetivo. Escribir debe ser siempre un elemento de disfrute, en todas sus variantes: diario, novela, autoayuda, ensayo, concursos…. Recuerda que si tú no disfruta con ello, el lector lo notará.
Así que, nuestra prioridad es comenzar de forma que nos resulte cómodo y agradable. Esto incluye aunque sea solo dos o tres líneas cada vez. Te propongo algunas ideas para tener ese primer impulso que es el que más cuesta:
- Escribe una pequeña lista de puntos que te gustaría conseguir hacia tu objetivo este verano.
- Si te cuesta mucho sentarte a escribir, comienza por un breve diario que te lleve apenas cinco minutos. Los diarios pueden ser muy variados. Sobre lo que sientes, sobre tus sueños, como agradecimiento diario de lo que has vivido, como reflexión del día, como desahogo de emociones, planificar acciones de cada día (en este caso es importantísimo tacharlo), etc.Como ves, hay muchos enfoque sobre el que puedes decidir.
- Otra forma de comenzar a crear hábito es utilizando las “páginas matutinas”, una idea de la escritora y profesora Julia Cámeron que funcionan muy bien. Se trata de tomarte unos minutos al día (ella pide a primera hora de la mañana, yo lo he realizado en cualquier momento del día). La idea es respirar hondo dos o tres veces, —porque el oxígeno ayuda a desestresar la mente— y escribir lo que te venga a la mente; no necesita que sea coherente, ni que lleve una idea de fondo. Sólo deja que fluya. Es un ejercicio magnífico para mantener la creatividad activa. Y a veces, te llevas la sorpresa de que salen ideas muy atractivas para escribir sobre ellas despues.
- Pon fechas que sean cómodas de mantener y que te permitan moverte con tranquilidad, que no te sientas comprometido pero que te permita ser persistente. (Por ej: no digas «voy a sentarme a escribir todos los días a las nueve en punto de la mañana» pues cuando no puedas cumplirlo te desanimarás y desmotivarás; más bien di «Voy a sentarme cada día cinco minutos a escribir» y así sabes que tienes tiempo y margen para cumplir el propósito. Déjalo lo suficientemente abierto para que no faltes a tu compromiso. Eso te dará impulso para continuar.
- Cuando tengas una idea que te guste, escríbela. Si tienes un tema ya en mente y quieres desarrollarla, vete anotando en fases sencillas las preguntas que te harías respecto a ese tema (coincidirá con las preguntas que se harán tus lectores) y sus posibles respuestas. Cuando menos lo pienses tendrás una buena base sobre la que escribir.
Lo importante con la escritura es que te resulte cómoda, divertida, que te permita desahogarte y que sea un tiempo real de ocio para ti.
No nos atragantemos por querer ir más deprisa. Eso es bueno, pero no práctico. Da pequeños pasos y verás el resultado más claro (y más rápido).
Cada paso es una perla que te lleva a tu sueño deseado.
Además ¡Te mantendrá entretenido y motivado!
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