¿Qué es la inspiración?
Muchas veces decimos: «Me falta inspiración» o «Es que no estoy inspirado». La inspiración se define como un estímulo que anima o impulsa hacia una labor creadora en artes o ciencias; también aparece en la RAE como una ilustración o movimiento que Dios comunica a la criatura.
Sea como sea, para la mayoría de nosotros es ese momento cumbre en que te sientes empujado a iniciar o hacer algo, a volcarte en una creación artística o desarrollas una conexión especial con tu proyecto, trabajo o idea y avanzas con entusiasmo en ella.
Es curioso como le ponemos «sobrenombres» más cotidianos: don, musa, iluminación, arrebato… Viene cuando quiere y nos deja cuando le place, aunque afortunadamente no de forma permanente. Sin embargo, podemos ver a esta compañera huidiza desde un punto de vista más terrenal e incluso, más científica.
Hay un momento en que si algo nos gusta mucho y atrapa nuestra atención casi por completo, podemos perder la noción del tiempo, dejar de escuchar lo que ocurre a nuestro alrededor. Es lo que Joe Vitale denomina en su libro Escritura Hipnótica como «trance alerta.»
No te asustes, la inspiración no es más que una buena y profunda concentración en lo que hacemos. Se trata de una forma de sugestión mental que nos ocurre cuando hay algo que verdaderamente nos apasiona o llama nuestra curiosidad —tanto sea agradable o morboso—. Esa parte de nosotros que necesita llenarse de más, conocer más, saber cómo y por qué. Toda nuestra atención se queda en aquello que capta nuestro interés y nos enfocamos en ello hasta el punto de olvidarnos de lo que nos rodea. Un estado de fluidez creativa por excelencia.
Cuando conectamos con algo así, verdaderamente interesante para nosotros, nuestra mente nos da acceso a una parte mucho más íntima de nosotros, donde guardamos todos nuestros pensamientos, emociones, vivencias… Es como un canal abierto hacia nuestro subconsciente, donde podemos conectar con la intuición más activa.
Nuestra intuición nos susurra al oído interno desde el subconsciente. Es una sugerencia sutil que podemos pasar desapercibida con facilidad. Posee un don maravilloso que nos ofrece conexiones con otras ideas, momentos, recuerdos, instantes donde hay elementos comunes a lo que quieres tratar. Si se trata de percepciones inmediatas las conocemos como «sexto sentido». Si en su lugar nos ofrece una línea a seguir —como un proyecto o trabajo— la llamamos inspiración.
A veces no se trata de que hayamos perdido a nuestra musas, sino simplemente que nuestra mente anda ocupada con algo que llama más su atención y necesita priorizar. Mas, si la entrenas y la dejas que te guíe, si la escuchas con atención puede ofrecerte muchas, divertidas e interesantes pistas, como perlitas de momentos entrañables. ¡Pruébalo!
Si lo haces te sentirás «conectado» con tu parte más creativa y volatil de tu subconsciente, y a medida que te resulte familiar tendrás más momentos de «trance alerta». Y con el, una nueva visita, una musa distinguida de regalo: la inspiración.
https://dulcebermudez.com/ser-productivo-o-proactivo-las-dos/?v=04c19fa1e772
https://dulcebermudez.com/como-evitar-el-bloqueo-del-escritor/?v=04c19fa1e772
https://dulcebermudez.com/deja-fluir-tu-creatividad-dormida/?v=04c19fa1e772
https://definicion.mx/inspiracion/
Suscríbete y te regalamos un libro
«Cómo hacer escritos más atractivos
al lector en 9 pasos»
