La muñeca de la modista de Agatha Christie:
Esta novela recoge uno de los elementos recurrentes del terror y el suspense: el miedo a un simple juguete. ¿Y si ese objeto, que debe servir para divertir y entretener, se convierte en un motivo de pánico?
Sin duda es un motivo recurrente en la literatura clásica: objetos creados por humanos, pero que parecen adquirir vida propia y amenazar a quienes le rodean. Algo que genera, sin duda, miedo, pues no hay nada más terrorífico que suponer algo maligno en u un objeto inocuo, infantil e inocente.
El argumento de este relato de Christie, se presenta en un ambiente hogareño e íntimo, un taller de costura de principios de siglo, donde una muñeca de porcelana, con vestimenta clásica, aparece misteriosamente sentada en un sillón del taller. Su presencia, silenciosa pero imponente, y el hecho de que nadie sabe nada sobre ella, sobre cómo llegó allí, quién la trajo, cuánto tiempo hace que existe en el taller, provoca inquietud y obsesión en las mujeres que trabajan allí. La autora desarrolla el argumento creando un ambiente opresivo que va calando en el lector.
Agatha Christie construye una atmósfera enrarecida sin dar explicación al misterio de la muñeca, centrándose en la pregunta de «qué desea, anhela o si busca algo». Su narrativa es siempre hábil y magistral, creando tensión y personajes inolvidables, sin embargo, su obra en el género de horror es considerada algo más irregular y menos lograda, en cuanto al punto de su genialidad, que sus famosas novelas detectivescas.
Sin embargo, hay que destacar que conseguir crear ese pavor, esta tensión e incomodidad, evitando lo grotesco, sin violencia ni sangre, solo siendo la fuerza muda de la presencia de la muñeca, el poder que ejerce sobre quienes la miran, imponiéndose a la lógica y raciocinio de las mujeres del taller, es genuinamente magistral. También explora el motivo del niño capaz de ver otra realidad, a diferencia de la «ceguera» de los adultos.
A La muñeca de la modista se la valora como un cuento efectista y atmosférico dentro de la producción de Christie, con fluidez narrativa y un horror sutil, elegante y mesurado. Aunque no es de sus obras más sólidas, es una lectura corta y entretenida, con la que pasar un buen rato. Hay que resaltar, como siempre, su habilidad para construir personajes, diálogos y un lenguaje propio que resulta reconocible.
Finalmente, se mencionan otras destacadas obras detectivescas de Christie donde alcanza un alto desarrollo narrativo, así como sus influencias literarias de canciones, Conan Doyle, Wodehouse y Shakespeare.
Agatha Christie (1890-1976) fue una prolífica escritora británica, conocida como la «Reina del Misterio». Publicó 66 novelas detectivescas y 14 libros de cuentos, muchos protagonizados por sus icónicos detectives Hércules Poirot y Miss Marple. También creó obras de teatro, seis novelas románticas, historias cortas, dos autobiografías y dos libros de poesía.
Su estilo se caracteriza por tramas intrincadas, giros inesperados, personajes memorables y una prosa elegante y accesible. Fue pionera en el género policial, introduciendo técnicas narrativas novedosas y desafiando las convenciones de la época. Sus novelas de misterio a menudo exploran temas psicológicos y se enfocan en el análisis del comportamiento humano, donde alcanza un alto desarrollo narrativo, así como es una de sus características sus influencias literarias de canciones, Conan Doyle, Wodehouse y Shakespeare.
A mí me fascina la caracterización psicológica que hace de los personajes y cómo crea situaciones aparentemente imposibles que se resuelven de una manera lógica y satisfactoria para el lector.
La estructura de sus novelas sigue un patrón clásico de misterio, presentando un crimen, introduciendo sospechosos y pistas, y llevando al detective a descubrir la verdad tras una serie de giros y revelaciones.
La muñeca de la modista es un buen ejemplo simplificado de esta estructura característica de la autora, maestra del crimen.
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