El sanador de caballos, de Gonzalo Giner, es una novela histórica ambientada en la España medieval que narra la vida de Diego de Malagón, un joven que se dedica a curar a los animales y que se ve envuelto en una aventura épica por el mundo islámico.
Con un estilo ágil y fluido, la historia que trata este libro combina elementos de ficción y realidad, y muestra el contraste entre las diferentes culturas y religiones de la época. La descripción de los escenarios y las costumbres de la época con el diálogo de los personajes y la acción de la trama es un trabajo minucioso y bien logrado. El autor logra crear una atmósfera envolvente y realista, que nos transporta al siglo XII y nos hace partícipes de las aventuras y los peligros que enfrenta el protagonista. Sin duda, un trabajo ampliamente documentado para poder realizarlo con esta precisión.
La narrativa es lineal y cronológica, siguiendo el desarrollo de Diego desde su infancia hasta su madurez. El libro se divide en cuatro partes, cada una dedicada a una etapa de su vida: su aprendizaje con el maestro Ibn al-Abbas en Córdoba, su huida a Toledo tras la invasión almohade, su viaje a París para estudiar en la universidad y su regreso a España para servir al rey Alfonso VIII.
Lo que más disfruté fue la recreación histórica que hace el autor, basándose en una rigurosa veracidad que demuestra el conocimiento y trabajo previo a la creación de la trama. A través de sus líneas de narración, nos muestra la diversidad cultural y religiosa de la España medieval, así como los conflictos políticos y sociales que, por entonces, existían en ella.
Gonzalo Giner es un escritor español que ha publicado varias novelas históricas ambientadas en la Edad Media. Aunque su obra más conocida es esta, El sanador de caballos, que ha sido traducida a varios idiomas y ha recibido elogios de la crítica y el público. Es auto de otras novelas como La reina sin nombre, El jinete del silencio o La estirpe del dragón.
Su estilo narrativo se caracteriza por su riqueza descriptiva, su ritmo ágil y su capacidad de crear personajes complejos y creíbles. Utiliza un lenguaje cuidado y elegante, que se adapta a la ambientación histórica de la novela. Logra crear una obra entretenida y emotiva, que atrapa al lector y lo transporta a un mundo fascinante y lleno de contrastes.
Como amante de los animales y la ciencia, algo que también me cautivó era la presentación que ofrece de la medicina y la ciencia de la época, especialmente de la veterinaria, una visión de una profesión poco conocida y, sin embargo, bien valorada.
Disfruté de la extraordinaria combinación del rigor histórico con el entretenimiento y la emoción que emana de esta narrativa. El libro es una obra extensa, casi 800 páginas, pero tan bien escrita y documentada, con una estructura bien cimentada, que te hace disfrutar de una lectura amena y apasionante. Es una obra que nos plantea el valor de la tolerancia, el respeto y la convivencia entre las diferentes culturas y creencias.
En conclusión, El sanador de caballos combina elementos de aventura, romance, intriga y reflexión sobre el valor de la tolerancia y el respeto entre culturas. Es una lectura que recomiendo a todos los amantes de la novela histórica, así como a todos los que quieran conocer más sobre la historia de España y sobre el arte de curar a los animales.
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