Crear tramas sólidas para una historia es una tarea complicada, pero totalmente posible con un poco de atención. Como escritores, nos enfrentamos al desafío de crear tramas sólidas en nuestros escritos.
La trama es el hilo conductor que une los principales puntos de la historia, y si es débil o confusa, el lector se desconectará o perderá interés. Así que, nuestra principal preocupación será crear una historia que tenga un comienzo, un desarrollo y un final coherente, donde los personajes evolucionan y se desarrollan a lo largo del tiempo y los conflictos se resuelven a lo largo de la historia. Los giros en la trama nos ayudarán a mantener el interés del lector hasta el final.
Dicho así parece muy complicado. Es verdad que se necesita un poco de atención y, según el grado de complejidad que quieras dar a tu escrito, mayor o menor pericia. Pero puede conseguirse siguiendo unos pasos precisos y mucha práctica.
La clave para crear una trama sólida es pensar en el tema central, pues será el motor que ayudará a guiar el desarrollo de la historia.
Una vez que la tengas en mente, piensa en los personajes que contribuirán a desarrollar la trama: eso sí, deben ser bien definidos y tener personalidades y motivaciones propias. Esto ayudará a mantener el interés del lector.
Por lo tanto, aquí hay 8 pasos para ayudarte a construir una trama sólida:
- Establecer el tono de la historia: Esto puede ser cómico, trágico, mágico, enigmático, romántico, etc. El tono le dice al lector cómo se sentirá mientras lee.
- Crear personajes interesantes, con motivaciones y objetivos claros. Esto ayudará al lector a conectarse con la historia y sentirse más involucrado, casi cómplice.
- Establecer conflictos claros, interesantes y que vayan desarrollando a lo largo de la historia. Son la clave para una trama sólida y mantener al lector interesado. Es imprescindible para que impulse la historia. El conflicto debe ser apasionante y retador para captar la atención del lector.
- Lo ideal sería que existieran una o dos tramas de menos envergadura o, a cargo de los personajes secundarios. Por supuesto, el peso de la historia lo lleva la trama principal, pero las subtramas ayudan a enriquecer y englobar el desarrollo de la historia al completo. Es aconsejable tener, al menos, para dar veracidad a la historia principal. En la vida no nos ocurren cosas únicas por vez: suele haber varios puntos que atender, con mayor o menor prioridad. Algo que puede ayudar, es que algún personaje secundario, cercano a nuestro protagonista, se enfrente a un hecho que deba resolver. Siempre, como un elemento de apoyo, nunca en igual medida de interés o complejidad a la trama principal.
- Crea una línea de tiempo, clara y sencilla; es decir, la estructura que sigue la trama. Esto te ayuda como escritor a no perder el ritmo y mantenerte enfocado en el rumbo de la historia.
- Los giros en la trama, son los momentos en los que el lector no ve venir lo que sucede y le sorprendemos. Es fundamental para crearle un interés y curiosidad por lo que pueda suceder después. Los giros de trama también le dan a la historia una mayor profundidad y complejidad y debemos tenerlos previstos como escritores en la línea de tiempo.
- Establecer un final satisfactorio para cada hilo de trama. Los lectores quieren que sus preguntas se respondan y necesitan llegar a una conclusión con cada hilo de trama que hayas creado. Pueden resolverse a lo largo de la lectura o escribir el final de la trama principal y luego dar una explicación de cómo se desarrollaron las más pequeñas (o solo con algunas de ellas).
- No intentes resolver de forma rápida y cortante. Has creado una curiosidad al lector y necesita disfrutar de esas conclusiones. Necesita alguna escena, lo suficientemente completa, en donde de final a esa curiosidad, a la emoción que creaste mientras le exponías esas subtramas.
Todas estas partes son quienes pueden crear una trama sólida, coherente y una lectura satisfactoria para el lector.
Recuerda: el objetivo es entretener al lector.
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