¿Qué te parece aprovechar el verano para mejorar y dar rienda suelta a tu imaginación de una forma muy creativa?
El medio ideal para ello es el cuento corto. Es una narración breve que cuenta una historia, generalmente con un pequeño número de personajes y un solo conflicto. Los cuentos pueden ser realistas o fantásticos y suelen tener un final sorprendente o impactante o una moraleja.
Es decir, es un relato breve, centrado en un único tema, con un único personaje (o dos) o una situación concreta, y que tienen un final sorprendente o impactante.
Practicar con cuentos cortos te permite explorar diferentes géneros, estilos y técnicas literarias de forma cómoda, así como desarrollar tu capacidad de síntesis, tu creatividad y tu expresión con más facilidad. Además, los cuentos cortos son ideales para leerlos en cualquier momento y lugar, ya sea en la playa, en la piscina o en el sofá de tu casa, para entretener a los niños o para entretenerte creando situaciones curiosas, educativas y divertidas.
¿Cómo puedes empezar a escribir cuentos cortos?
Te dejo algunas ideas, estrategias, trucos y sugerencias para que te lances a la aventura de crear tus propias historias.
- Elige un tema que te interese o te inspire. Puede ser algo que hayas vivido, leído, visto o escuchado, o algo que te inquiete, te divierta o te emocione. A veces es una situación que debes explicar a un niño, y el cuento es el mejor de los medios. No hace falta que sea algo muy original o complejo, lo importante es que te motive a escribir.
- Define el conflicto o el problema que va a tener tu personaje principal. El conflicto es el motor de la historia, lo que hace que el lector quiera saber qué va a pasar. Puede ser algo externo que le ocurre al personaje, o interno si es algo que siente o lo piensa. Los conflictos más utilizados son: el personaje consigo mismo, el personaje y la sociedad, el personaje y la naturaleza o el destino.
Por ejemplo, puede ser que tu personaje tenga que enfrentarse a un enemigo, a una situación peligrosa, a un dilema moral, a un secreto, a un deseo, etc. - Crea un personaje principal con el que el lector pueda identificarse o simpatizar. Esto depende sobre todo de la edad del lector a quien quieras dirigir tu escrito. Aunque en los cuentos, los animales son los reyes. No hace falta que describas todos los detalles de su aspecto, su personalidad o su pasado. En los cuentos nos centramos en pocos elementos y solo los rasgos más relevantes para la historia.
- Una vez has definido quién hará los honores como personajes, piensa en qué quiere conseguir, qué le impide llegar a ello y cómo va a intentarlo. También puedes crear uno o dos personajes secundarios que ayuden o dificulten la tarea del protagonista. Sin embargo, ten presente que los cuentos son relatos con muy pocos personajes.
- Estructura tu historia en tres partes: introducción, nudo y desenlace. Esta es la estructura más sencilla: En la introducción debes presentar al personaje principal, el tema y el conflicto de forma breve y atractiva. En el nudo debes desarrollar el conflicto y mostrar las acciones y reacciones del personaje y algún secundario si lo hubiera. En el desenlace debes resolver el conflicto de forma coherente y satisfactoria para el lector. Recuerda que, en los cuentos cortos, se espera una resolución o algo sorprendente, o impactante que intenta dar un giro inesperado a tu historia.
- Elige un punto de vista, una voz, desde el que narrar tu historia. Puedes usar la primera persona (hablándolo el propio personaje), la segunda persona (tú) o la tercera persona, que es el narrador omnipresente. A mí, particularmente, me agrada más leer los cuentos escritos en tercera persona porque me ofrece una visión global.
- Elige un tono y un estilo adecuados para tu historia. El tono es la actitud o el sentimiento que quieres transmitir con tu historia: puede ser humorístico, dramático, irónico, terrorífico, etc. El estilo es la forma en la que escribes tu historia: puede ser más formal o informal, más sencillo o elaborado, más directo o indirecto, etc. Intenta que el tono y el estilo sean coherentes con el tema, el personaje y el punto de vista que has elegido.
- Revisa y corrige tu texto, una vez que hayas terminado, para mejorar su calidad y su claridad. Presta atención a la ortografía, la gramática, la puntuación, el vocabulario, la coherencia, la cohesión y la adecuación de tu texto. También puedes pedirle a alguien que lo lea y te dé su opinión o sus sugerencias.
- Disfruta del proceso y del resultado. Escribir cuentos cortos es una actividad divertida y enriquecedora que te permite expresarte, comunicarte y aprender. No te obsesiones con el resultado final, lo importante es que disfrutes del proceso y que te sientas orgulloso/a de tu trabajo. Y si te apetece, puedes compartir tus cuentos con otras personas o publicarlos en algún medio.
Aquí te dejo con algunas ideas para comenzar a escribir cuentos:
Reunir personajes de otros cuentos en un mismo cuento.
Incorporar elementos actuales como coches, secadoras, etc.
Hacer un monólogo con uno de los personajes
Destacar un objeto de la actualidad y hacerlo hilo conductor.
Cambiar el sexo a los protagonistas.
Inventar nuevos hábitos actuales en los personajes
Agregar datos.
Convertir al lector en ayudante del héroe.
Espero que este artículo te haya servido de ayuda y de inspiración para escribir tus propios cuentos cortos este verano. Recuerda que lo más importante es que te diviertas y que dejes volar tu imaginación.
¡Feliz escritura!
Suscríbete y te regalamos un libro
«Cómo hacer escritos más atractivos
al lector en 9 pasos»
